Un accionista es una persona o entidad que posee una o más acciones de una empresa, lo que le convierte en propietario parcial de la compañía. Como accionista, se tiene derecho a ciertos beneficios económicos y políticos, como recibir dividendos y participar en las decisiones corporativas, dependiendo del tipo de acción que posea. En el caso de las acciones ordinarias, los accionistas tienen derecho a voto en las juntas generales de accionistas, donde se toman decisiones clave sobre la dirección de la empresa.
El accionista también tiene la posibilidad de ganar dinero cuando el valor de las acciones que posee aumenta. Sin embargo, este tipo de inversión también conlleva riesgos, ya que el valor de las acciones puede disminuir. Además, en caso de que la empresa entre en bancarrota, los accionistas son los últimos en recibir cualquier pago tras liquidarse los activos, lo que puede resultar en una pérdida total de la inversión.
Existen diferentes tipos de accionistas. Los accionistas mayoritarios tienen una participación significativa en la empresa, generalmente superior al 50%, lo que les otorga un mayor control sobre la toma de decisiones. Por otro lado, los accionistas minoritarios poseen una porción menor y, aunque también tienen derecho a voto, su influencia en la dirección de la empresa es limitada. La relación entre una empresa y sus accionistas es fundamental para su estabilidad y crecimiento a largo plazo.